¿Cuáles eran los cuentos encantadores que deleitaban al público antes de la llegada del cine y la televisión? Los de los fascinantes espectáculos de marionetas. Hasta el siglo XX, los teatros de marionetas no se consideraban entretenimiento exclusivamente reservado para niños. Todo lo contrario. El Palacio Borromeo en Isola Madre es el lugar perfecto para descubrir cómo la nobleza del pasado disfrutaba de su tiempo libre.

Una de las colecciones más grandes e importantes del mundo de decorados y escenografías para espectáculos de marionetas se conserva en el interior del palacio, entre el Salone di Ricevimento (Salón de Recepción), la Biblioteca, la sala delle Stagioni (sala de las Estaciones) y la sala delle Battaglie (sala de las Batallas). Se creó un auténtico teatro en casa para la familia Borromeo y sus invitados, confiado a expertos como el escenógrafo del Teatro alla Scala de Milán. Tampoco faltaban efectos especiales en esa época, con dispositivos mecánicos utilizados para crear niebla, fuego y ruidos escénicos.

El placer de cautivar a los invitados de la villa continúa en el Salotto Veneziano (Salón Veneciano) con un trompe-l'œil tan perfecto y sofisticado que da la impresión de estar en un cenador en flor.

El edificio de finales del siglo XVI, adornado con paneles de terracota y rodeado de un magnífico jardín inglés, encarna el antiguo y rústico estilo de las casas de campo nobles con sus suelos de terracota, grandes chimeneas y techos artesonados. Un paseo por las habitaciones y salones entre exquisitas tapicerías, muebles y pinturas procedentes de las numerosas residencias históricas que la familia poseía en Lombardía se convierte en un viaje casi íntimo sobre "cómo vivían los Borromeo".