Pallanza, uno de los destinos turísticos más hermosos y famosos del Lago Maggiore, puede asombrar no solo con su espléndida vista del lago y el Golfo Borromeo, sino también gracias al encanto de su elaborado paseo marítimo adornado con edificios históricos, iglesias, monumentos y jardines.

En el paseo marítimo, varios puntos privilegiados ofrecen la oportunidad de capturar fotos de recuerdo que parecen postales. Comenzando desde la terraza panorámica al comienzo de Corso Tonolli, dirigiéndose hacia el centro de la ciudad, hasta la orilla justo en frente de la Piazza Garibaldi, al lado del muelle, donde se encuentra el antiguo puerto de Pallanza con la estatua de San Dazio, particularmente bien ejecutada.

Paseando por las calles del centro histórico, de origen romano, se pueden recorrer callejones y calles siempre bulliciosos con restaurantes para degustar deliciosos platos locales, tiendas para ir de compras y plazas rodeadas de edificios de época adornados con portales, arcadas, arquivoltas y capiteles.

Además de la plaza central, que está a pocos pasos del lago, hay varios edificios característicos, incluida la Iglesia de San Leonardo, el Palacio de la Ciudad, cuyo pórtico está formado por 32 pilares de granito rosa de Baveno, y Villa Giulia. Esta última, una famosa villa del siglo XIX, fue encargada y construida por Bernardino Branca, farmacéutico e inventor del famoso amargo Fernet, y ahora alberga exposiciones y espectáculos.

Entre los palacios que decoran la ciudad, se recomienda visitar el Palazzo Viani-Dugnani, que desde 1990 alberga el Museo del Paisaje, y el Palazzo Biumi-Innocenti, ahora sede de la sección de religiosidad popular del Museo del Paisaje.

Alejándose un poco del centro histórico, dirigiéndose hacia Viale Azari en la parte superior de la ciudad, se llega a la Iglesia de la Madonna di Campagna, de estilo renacentista, construida sobre un edificio románico preexistente, Sancta Maria de Egro.