Una vista imperdible para cualquier persona que llegue a Intra en ferry: la gran cúpula verde, más alta que el campanario cercano, que domina el horizonte del pueblo verbanés. Es la cúpula de la Basílica Colegiata de San Vittore que se eleva sobre el centro histórico de Intra, y que se convirtió en la iglesia principal de Verbania en 1992, cuando San Vittore fue proclamado patrón de la ciudad. Además, el 8 de mayo, día de la fiesta del patrón, se lleva a cabo siempre la antigua tradición de la procesión solemne desde la basílica hasta el puerto, que concluye con la evocadora bendición del lago.

La iglesia parece imponente, casi desproporcionada en tamaño en comparación con la plaza donde se encuentra y los edificios circundantes, esto se debe principalmente a que es relativamente nueva, habiendo sido construida entre el siglo XVII y finales del siglo XIX.

Reemplazó una iglesia románica preexistente, que se cita en un manuscrito datado en 1031, como punto de referencia para la parroquia que servía a una gran parte del área de Verbano.

Los primeros trabajos relacionados con la construcción de la iglesia, como la conocemos hoy, datan de principios del siglo XVII. Se completaron más de doscientos años después con la colocación de la nueva cúpula, inicialmente protegida por una cubierta de plomo y luego, debido al desgaste, reemplazada por la actual de cobre. La inauguración de la iglesia renovada se llevó a cabo el 8 de septiembre de 1889.

Originalmente en el centro del cementerio de la iglesia, ahora Piazza San Vittore, había un campanario del siglo XV que, a medida que avanzaban las obras, resultaba cada vez más inadecuado tanto por sus dimensiones aparatosas como por el hecho de que ya no estaba en armonía con el resto del santuario.

Por lo tanto, desde 1840 hasta 1877, se erigió un nuevo campanario que se completó en 1878 con la instalación de ocho campanas fundidas por la fundición Pasquale Mazzola en Valduggia.

La iglesia de San Vittore tiene una sola nave con tres capillas a cada lado. También es destacable la entrada de la iglesia con el tímpano sostenido por cuatro columnas que recuerda a un templo griego.

En su interior se conservan algunas obras de arte preciosas del artista de la Scapigliatura Daniele Ranzoni, quien, antes de convertirse en el motor del movimiento y símbolo de los bohemios milanese, fresqueó la luneta de la segunda capilla a la derecha con escenas del Predicar del Bautista, una pintura de particular interés que ha sido recientemente restaurada. También son importantes las obras del siglo XV y XVI recuperadas de la iglesia anterior, y una pila bautismal del siglo XVI.

La colegiata también alberga el órgano más grande de Verbania, con sus tres manuales de 61 notas, un pedal de 32 teclas y 39 registros nominales. Construido por la familia Serassi de constructores de órganos a fines del siglo XVIII, fue restaurado y modernizado en 1932 por Vincenzo Mascioni con la introducción de una transmisión electro-neumática.