Inmerso en una reserva natural con una vista panorámica del Lago Maggiore y los Prealpes lombardos, el Sacro Monte de la Santísima Trinidad de Ghiffa, el más pequeño de los Sagrados Montes piamonteses, es una joya arquitectónica erigida sobre un oratorio donde se veneraba la milagrosa "efigie trifronte de Cristo".

Entre finales del siglo XVII y mediados del XVIII, se quiso crear, alrededor del oratorio, un Sagrado Monte que representara algunos episodios del Antiguo y Nuevo Testamento.

El complejo incluye tres capillas dedicadas a la Coronada, a San Juan Bautista y a Abraham, el santuario y el pórtico del siglo XVIII de la Vía Crucis.

El Sacro Monte di Orta se encuentra en un promontorio con vistas al Lago de Orta. Se distingue de los demás Sagrados Montes por la estrecha relación entre la naturaleza que lo rodea y los edificios que lo componen, estudiada y organizada desde el diseño original del complejo para permitir al peregrino disfrutar de vistas espectaculares del lago a lo largo del camino.

La historia del complejo se remonta a 1583, pero se concretizó solo en 1590, cuando la Comunidad de Orta decidió fundar un convento cerca de la iglesia de San Nicolao, un edificio protorrománico que alberga el antiguo grupo de madera de la Madonna della Pietà que data del siglo XIV.

En 1591, los franciscanos capuchinos iniciaron la construcción de veinte capillas dedicadas a la vida de San Francisco.

En la segunda mitad del siglo XVII, en la colina de Mattarella, dos frailes capuchinos del convento de Domodossola promovieron la construcción de un Sagrado Monte dedicado a los misterios del Rosario.

Sus 15 capillas, doce dedicadas a las estaciones de la Vía Crucis y tres que representan la deposición de la Cruz, el Sepulcro y la Resurrección, se colocaron a lo largo de un recorrido que parte del centro de la ciudad para llegar a la colina.

El Sagrado Monte di Domodossola tiene un estrecho vínculo con la Pasión de Cristo, especialmente con el Calvario, tanto que en la cima, al final del recorrido, hay un Santuario con una base octogonal dedicado a la Santa Cruz.

También forman parte del complejo el castillo medieval de Mattarella, el convento de los Padres Rosminianos y el Oratorio de Nuestra Señora de las Gracias.